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Preguntas frecuentes

Los problemas dentales, junto con las infecciones parasitarias (que se agravan si no se siguen los correspondientes programas de desparasitación), son los principales motivos de pérdida de peso en caballos mayores. Un problema dental puede hacer que el caballo no solo pierda peso, sino también que se atragante.

Durante el invierno, las calorías procedentes de la fibra alimentaria se obtienen, principalmente, del heno seco o ensilado, y constituyen una buena parte de la alimentación. Teniendo en cuenta que a su caballo le cuesta comer fibras largas, como las del heno, y dando por hecho que no hay ningún otro problema clínico, lo más probable es que su caballo esté perdiendo peso porque está comiendo menos fibra. La fibra alimentaria es esencial para mantener un sistema digestivo sano y para sintetizar vitaminas B (por fermentación) para aprovechar la energía. Además, la digestión de la fibra ayuda a generar calor en invierno. Por eso es esencial que un dentista equino colegiado visite a su caballo dos veces al año para asegurarse de que pueda procesar la fibra correctamente.

Otro método útil para evaluar la capacidad de su caballo de masticar el heno es fijarse en el tamaño de las partículas de fibra de sus excrementos. Si presentan partículas de fibra de más de unos milímetros de longitud, significa que su capacidad de masticar el heno está mermada. Esto disminuye la digestión y la absorción de nutrientes, y aumenta el riesgo de cólico por impactación para el caballo.

Recomiendo sustituir parte del heno por una paja fácil de digerir, como Gain® Cool Chaff o Alfalfa. También puede resultar beneficioso añadir a las raciones el suplemento 1026 de Yea-Sacc®, que genera un entorno favorable para las bacterias que fermentan la fibra en la última parte del sistema digestivo. Así se digerirá el máximo de fibra y se aprovecharán sus nutrientes. Los caballos mayores corren el riesgo de no recibir suficientes nutrientes si su alimentación se ve restringida en fibra. Muchos de los productos de la gama Gain® Equine Nutrition contienen el suplemento 1026 de Yea-Sacc®. Uno de ellos es el pienso Gain® Prep ‘N’ Condition Mix, grueso y muy apetitoso, que puede que también le vaya bien a su caballo, ya que todos sus ingredientes son muy fáciles de digerir.

Si el caballo tiende a atragantarse al comer, puede que sea necesario remojar el forraje y cualquier otro componente duro de la dieta.

Las intolerancias a algunos ingredientes habituales en piensos son cada vez más comunes en caballos de todos los tipos y tamaños. Se pueden reconocer de varias maneras.

¿Ha tenido alguna vez un caballo que haya reaccionado mal al cambiarle la dieta? ¿Se volvió excitable o nervioso, o sufrió de diarrea o cólicos moderados? ¿Le aparecieron inflamaciones o bultos inexplicables? ¿O tiene el pelaje casposo y sin brillo? ¿Quizá a su caballo le afecta uno o varios de estos problemas, pero no hay manera de encontrar la causa? Si todo esto le suena, es el momento de analizar la dieta del animal.

Hay algunos ingredientes, normalmente seguros, que provocan en algunos caballos reacciones inesperadas y no deseadas. Cada caballo reacciona de una manera, pero una intolerancia alimentaria puede afectar a su salud y a su conducta de varias formas:

Excitabilidad
Inflamaciones o bultos sin explicación
Piel desescamada o con picor
Diarrea
Episodios recurrentes de cólicos menores
Es raro que un caballo sea alérgico al pienso, pero las intolerancias a ingredientes específicos parecen ser mucho más comunes. Las intolerancias a ingredientes muy habituales en los piensos, como la cebada, la melaza o la alfalfa, parecen ir en aumento.

Alergias

Alergia alimentaria: el caballo come algo que hace que su sistema inmunitario reaccione.
Una alergia auténtica se puede diagnosticar con un simple análisis de sangre, que mostrará si hay algún alérgeno específico que genere un aumento de anticuerpos. No obstante, los análisis de sangre veterinarios no son todavía fiables al 100 %, y pueden dar falsos positivos.

Intolerancias

Intolerancia al pienso: el caballo responde de manera anómala a ingredientes concretos del pienso, pero sin que se desencadene una reacción del sistema inmunitario.
Puede que el sistema inmunitario esté relacionado de alguna otra manera. El problema es que, a menos que en la reacción participen unos anticuerpos concretos, el análisis de sangre que mide los anticuerpos generados por un determinado alimento o pienso no servirán para detectar el problema.

Por eliminación…

Muchos caballos viven felices con bajos niveles de sensibilidad a alimentos de los que usted, seguramente, nunca ha sospechado. Solo se convierte en un problema cuando su salud se resiente por algún otro motivo (infecciones, estrés, traumatismos o lesiones, o simplemente por desgaste).

El uso de suplementos o pomadas para tapar estos problemas es como si una persona toma repetidamente analgésicos para un dolor de cabeza recurrente, sin intentar averiguar cuál es la raíz del problema. Si no se aborda el problema, la ingesta alimentos que el caballo no puede digerir bien afectará a su salud, y el número de alimentos a los que reaccione puede aumentar.

A algunos caballos les afectan los cambios de entorno. Por tanto, al principio, es importante darle una dieta baja en energía, pero también «segura» desde el punto de vista de su salud digestiva. Puede que usted desconozca el tipo de dieta que ha llevado el caballo previamente. Siempre es buena idea preguntárselo al propietario anterior, que le podrá avisar de las manías o intolerancias que tenga el animal. Si no le es posible conseguir esta información, el primer paso es darle al caballo un forraje de buena calidad, como heno (seco o ensilado) o pasto. En cuanto a piensos, busque un producto con mucha fibra y bajo en almidón, como Gain® Easy Go Cubes, un buen punto de partida para cualquier tipo de caballo. Las características de este producto en cuanto a vitaminas y minerales ayudarán al animal a mantener una buena salud a largo plazo. También le beneficiará la incorporación de paja, como la Gain® Cool Chaff, ya que aumentará el tiempo que el caballo pasa masticando y ralentizará el paso de la comida por su sistema digestivo.

Es un buen punto de partida que puede revisarse cuando ya conozca mejor al animal.

Este es un problema bastante común, pero difícil de resolver desde el punto de vista nutricional. Si el caballo tiene un exceso de peso, debe reducirlo restringiéndole el acceso a piensos muy calóricos (p. ej. hierba o heno de alta calidad), y suministrarle un pienso bajo en calorías que le aporte todas las vitaminas y minerales necesarios, pero sin calorías innecesarias. En este tipo de situaciones, es importante recordar que energía y calorías son sinónimos. Si le da un pienso de alta energía, también le estará dando una dieta alta en calorías, y viceversa. A menudo, estos caballos funcionan mejor con una mezcla tradicional de cereales, como nuestros Sport Mix o Hi-Grade Horse and Pony Cubes, a dosis inferiores a las recomendadas, para darles energía instantánea con pocas calorías. La dosis tiene que controlarse cuidadosamente, para que el caballo no gane mucho peso. Pero recuerde: si le da una dosis inferior a la recomendada, tiene que complementarla con un concentrado de vitaminas y minerales de amplio espectro, como Gain® Opti-Gro, para asegurarse de que el animal tenga todas las vitaminas y minerales necesarios.

Este es un problema que tienen muchos dueños de caballos. En estas circunstancias, es habitual que el dueño haya probado con piensos o gránulos de baja energía, sin mucho éxito. O no puede darle mucho pienso porque empeora el problema, o el caballo acaba sin energía suficiente para lo que tiene que hacer.

Los piensos tradicionales de competición suelen ser ricos el almidón de cereal. Por tanto, conviene evitarlos en caballos nerviosos o impulsivos. La fibra alimentaria y el aceite, en cambio, son fuentes de energía muy valiosas que el animal va absorbiendo de manera gradual y no tienden a fomentar esos nervios.

Es perfectamente posible dar calorías de sobra a un caballo sometido a grandes esfuerzos, o a un caballo que no rinda suficiente, y a la vez mantenerlo a raya. La fibra y el aceite se digieren de forma segura y no provocarán irritación ni dolor abdominal. Gain® Freedom es ideal para este tipo de caballos. Aporta un alto nivel de energía, apto para caballos de competición, sin los altos niveles de almidón de los piensos tradicionales.

El comportamiento de un caballo se ve influido por el tipo de energía presente en su dieta, así como por la cantidad de alimento que ingiera. Aunque la dieta no puede cambiarle el carácter al caballo, puede ser una herramienta útil para fomentar una conducta correcta.

En muchos piensos compuestos la principal fuente de energía suelen ser los cereales, responsables de la mayoría de los casos de caballos con una conducta nerviosa. La avena, la cebada y el maíz, así como algunas mezclas, contienen un porcentaje relativamente alto de almidón de cereal. El almidón está formado por unidades de glucosa, que el sistema digestivo del caballo rompe rápidamente. El torrente sanguíneo recibe un aporte súbito de energía que suele alterar al animal. Si se alimenta al caballo con grandes dosis de cereales y una parte del almidón no se digiere en el intestino delgado, fermentará rápidamente en la última parte del sistema digestivo, liberando ácido láctico que daña la mucosa.

Por tanto, conviene evitar los productos ricos en almidón al elegir un pienso para un caballo que tiende a alterarse o que tiene un carácter difícil. La fibra alimentaria y el aceite, en cambio, son fuentes de energía muy valiosas que el animal va absorbiendo de manera gradual y no tienden a fomentar esos nervios. Es perfectamente posible dar calorías de sobra a un caballo sometido a grandes esfuerzos, o a un caballo que no rinda suficiente, y a la vez evitar que se desboque. La fibra y el aceite se digieren de forma segura y no provocarán irritación ni dolor abdominal.

Durante muchos años se ha creído que una dieta baja en proteínas era esencial para evitar la excitabilidad en los caballos. Pero no es así. La proteína no hace que los caballos se alteren, porque un caballo sano no la usa como fuente de energía primaria. La proteína se usa, principalmente, para fomentar el crecimiento, el desarrollo muscular y la reparación de tejidos dañados.

¿De dónde viene el mito?

Hay varias teorías que puede que alimentaran, en su momento, el mito de que las proteínas alteran el comportamiento de los caballos. La más importante parece ser la que vincula el nivel de proteínas al nivel de energía. La ley establece que en la etiqueta de los piensos debe constar claramente el nivel de proteína. En cambio, no es obligatorio indicar el nivel de energía. Cuando el nivel de energía de un pienso es alto, el nivel de proteínas también suele serlo. Al pasar de un pienso de baja energía a uno de acondicionamiento, por ejemplo, verá que el nivel de proteínas aumenta del 10 al 14 % y que el caballo se vuelve más excitable. Pero no será consciente de que el nivel de energía también ha aumentado, de 10,5 MJ/kg a 13 MJ/kg, y de que las fuentes de energía puede que también hayan cambiado.

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