La laminitis es una inflamación dolorosa que puede dejar cojo a un caballo o a un poni. En los casos más graves, puede debilitar totalmente al animal e incluso provocarle la muerte.
Hay varios factores que inciden en la aparición de la laminitis: obesidad, resistencia a la insulina, sobrecarga de hidratos de carbono no estructurales, efectos secundarios de medicamentos, endotoxemia (que suele asociarse a la retención de placenta tras el parto) o consumo excesivo de pasto joven.
Estrategias nutricionales para prevenir la laminitis
Hay algunas estrategias nutricionales que se ha demostrado que ayudan a gestionar la laminitis, e incluso a prevenir la aparición de laminitis aguda.
- Averigüe el contenido de almidón de su dieta de concentrados. Elimine los piensos ricos en almidón y cámbielos por alternativas bajas en almidón (p. ej. GAIN Easy Go Cubes).
- En los casos en los que la obesidad sea un factor, reduzca el acceso al pasto permitiendo al animal pastar únicamente en una zona concreta, poniéndole un bozal o limitando el tiempo que pasa en el pasto. Esto ayudará a que pierda peso, pero no sustituya el pasto con heno empapado o paja sin melaza.
- Suministrarle al caballo un equilibrador bajo en almidón, como GAIN Opti-Gro Cubes, le aportará los nutrientes necesarios para que el casco vuelva a crecer, sin un exceso de calorías.
- Aliméntelo con heno de corte tardío con un nivel bajo de hidratos de carbono solubles en agua, es decir, con menos de un 12 % de azúcares.
- Si es posible, empape el heno durante 30 minutos en agua tibia antes de dárselo al caballo, para eliminar todos los azúcares solubles residuales que pueda.
- Dele al caballo el 2 % de su peso en heno. Si no pierde peso, baje la ración al 1,5 %.
- Saque a los caballos a pastar solo cuando sea seguro, es decir, no en las épocas en las que la hierba esté germinando, y tampoco por la noche si no hay escarcha (el contenido de fructanos de la hierba es especialmente alto después de una helada).
- Si el caballo está con fuerzas, oblíguelo a hacer ejercicio siempre que sea posible, aunque sea paseándolo con las riendas en la mano.
- Compruebe regularmente el estado del caballo y tenga en cuenta su raza y su estructura corporal.
- Haga un seguimiento de la pérdida de peso y, cuando haya perdido el peso necesario, vuelva a comprobar si tiene resistencia a la insulina.
- Después de cada parto, compruebe la placenta. Si no está intacta, póngase en contacto con su veterinario para que le vacíe el útero a la yegua.
- A los caballos con laminitis que estén en infrapeso se les tiene que suministrar un concentrado rico en grasas y fibra y bajo en almidón, como Gain Easy Go Cubes, que tiene un 8 % de almidón.
Cómo determinar el estado del caballo
Si es posible, pese al caballo. Puede usar una cinta de pesaje, pero tenga en cuenta que no es un método infalible. Lo mejor es mantener un registro de las mediciones e indicar las variaciones de peso a lo largo del tiempo.
Al usar una cinta de pesaje, asegúrese de que el caballo esté de pie, erguido, sobre una superficie plana y dura. Debe pasar la cinta de pesaje por encima del punto inferior de la cruz y llevarla lo más cerca que pueda de la parte posterior del codo, en un ángulo ligeramente en diagonal. No apriete demasiado la cinta, y no ponga los dedos debajo, ya que puede afectar a la lectura.
Es importante saber cuánto pesa el caballo para poder calcular las dosis de alimentación, evaluar si ha ganado o perdido peso y poder dosificar y administrar correctamente cualquier medicamento o producto antiparasitario.